Cuando contás hacia otros, también te estás contando internamente. Sucede en simultáneo. No está separado.
Narrar no es sólo contar lo que pasó. Es decirnos —y decirle al mundo— cómo interpretamos lo que pasó.
Solemos narrar aquello que vivimos o aquello que podemos ver ahora. Pero es difícil ponerle palabras a lo que todavía no existe. Ahí también hay storytelling: en la forma en la que nos narramos el futuro. Diseñar esa narrativa es diseñar tu futuro.
El storytelling del que hablo no es prepararse para hablar perfecto ni armar un discurso impecable. Eso es una consecuencia. El trabajo real está en el diseño de tu narrativa.
Storytelling es una práctica: construir desde adentro hacia afuera, diseñar el punto de vista desde el cual vas a contar, mirar tu vida —laboral y personal—
y crear tus futuros pasos. Este tipo de storytelling no trabaja con certezas, sino con perspectivas, se construye como hábito.
No hay narrativas neutras. Cada historia que contás te acerca o te aleja de lo que querés vivir. ¿Cuál vas a elegir hoy?
✨ Sin Autoconocimiento no hay Magia.

